HYG Editorial - Blog PLTRC240703
El Trazo está antes que el Garabato
De cómo el control del trazo previo a la escritura con garabatos es un principio práctico fundamental del proceso escritural
En su famoso libro "Los Sistemas de Escritura en el Niño", Emilia Ferreiro y Ana Teberosky, discípulas de Piaget, nos muestran las diversas formas de escritura que los niños desarrollan antes de alcanzar la escritura con código alfabético. Los llamaron "sistemas de escritura". Según ellas, el primer sistema de escritura es el alfabético, identificado como “sistema” por la disposición de las vocales y consonantes según reglas específicas. El segundo sistema es el código silábico, que asigna una letra a cada sílaba de la palabra, también según unas reglas. Y el tercer sistema que llamaron presilábico, en que ubicaron las producciones sin código, hechas con letras convencionales al azar o con pseudoletras -unas grafías particulares que no son aún letras convencionales-, o también con rayas, bolitas y los palitos, y otras grafías varias.
Este hecho de incluir las escrituras anteriores al código dentro de los sistemas de escritura fue un hito histórico, pues a partir de allí todas las producciones infantiles que antes eran consideradas como preescrituras, ahora iban a ser parte de los sistemas de escritura en el desarrollo del niño.
Las escrituras presilábicas y su impacto en la cultura
El libro de las argentinas se convirtió en un bestseller; y ellas, en destacadas figuras del ámbito académico a nivel mundial. Sus repercusiones fueron también muy importantes: ya fuera en cualquier trozo de cartulina o papel con líneas, con crayones y lápices de colores, los niños rayaban las hojas y luego leían lo que decían sus rayones. ¡Había nacido la escritura infantil!
Pero ese descubrimiento tuvo efectos efímeros, ya que no se sabía cómo, siguiendo los estadios descritos en el libro de las argentinas, pasar de los escritos presilábicos al código silábico y luego al alfabético; no se habían diferenciado, tampoco, las diversas grafías que habían en el gran paquete de esas escritura presilábicas; pero sobre todo no se tenía presente que la formación en la escritura requiere de un esfuerzo gráfico inmenso.
La variedad y el órden de las mal llamadas Escrituras Presilábicas
El primer avance después de resolver el camino hacia el código alfabético, cosa que hicimos en el Programa Letras con Alfa y Beta, consistió en encontrar y diferenciar la diversidad de producción en las escrituras presilábicas: había rayones hechos como con rabia apuntando para un lado y para el otro de la hoja; había otros rayones transversales, como zigzags pero en diagonal; estaban los hechos con una sola raya alargada y vacilante; y también los que tenían unas sucesiones de bolitas y palitos, todos antes de las letras, y todos con diversas calidades gráficas.
Con el tiempo, organizamos toda esta diversidad y nombramos y describimos estas subetapas, pudiendo diferenciar los Rayones, los Garabatos y las Pseudoletras, como se puede ver en la siguiente tabla.
La otra variable: la calidad gráfica
La otra nueva variable que descubrimos en el Programa, que casi nos saltó a los ojos, fue el desorden gráfico en las producciones de los niños. Maravillados con el hecho de que las producciones tuvieran significado, ni en el Programa ni en la cultura, cuidamos su calidad gráfica. Por eso muchos niños escribían rayones y garabatos sin control, y esta falencia se prolongaba a las vocales y a las consonantes en las escrituras codificadas, hechas con letras que carecían de proporción y forma adecuada, dispuestas sin orden en páginas sucias con textos apenas legibles.
La evaluación gráfica en el paso por las subetapas antes mencionadas de algunos niños, junto con el estudio de la ciencia y oficio de la caligrafía, nos permitió dar el siguiente paso.
El Trazo
Entendimos que las letras, e incluso los garabatos, están formadas por una línea que nunca habíamos considerado antes, y que hoy llamamos con toda propiedad el Trazo. El trazo es la línea que queda cuando la mano mueve el instrumento de escritura. La etimología de la palabra trazo la vincula con "tractor", que también deja un surco en la tierra al pasar. En este caso, es la mano del niño quien jala el instrumento gráfico, dejando una línea que constituye el trazo.
El trazo escritural puede ser tembloroso, en ocasiones; y grueso y delgado en otras; o también tachonado; o todo lo anterior junto. O puede ser de una intensidad y anchura constante, que se percibe firme consistente.
El trazo firme es el resultado final de un proceso de formación gráfica del niño, que implica sentarlo, tranquilizarlo, de manera que pueda concentrarse e ir aquietando —disociando— las diferentes partes de su brazo hasta que finalmente utilice las puntas de sus dedos para mover el instrumento caligráfico de manera fluida. De esta forma, los garabatos resultantes y, más adelante, las letras en la escritura con código, estarán constituidas por una línea firme y definida.
Precisamente por esta razón, le hemos dado al trazo tanta importancia en el Programa, pues es la base de la caligrafía. El trazo firme, junto con el renglón, que controla el tamaño, y la buena forma de las letras, son los tres pilares de la Caligrafía, siendo tal vez el trazo el más crucial porque todos dependen de él.
Es por eso que desde la Golden Edition modificamos Elfo en el Programa creando una primera fase, anterior a la escritura con garabatos, que se llama El Control del Trazo, logrando que cuando se aplica adecuadamente, los garabatos resultantes sean firmes y fluidos, hechos por niños que han logrado aquietar su brazo y su codo, y mueven el bolígrafo o lápiz solo con la punta de los dedos, produciendo una línea de intensidad constante, que se mueve con firmeza entre los límites superior e inferior de un renglón.
Gracias a la preparación previa en el trazo, los garabatos terminan teniendo gracia y belleza: son electrocardiogramas con líneas definidas, o bolitas y palitos de forma clara, que anteceden a las pseudoletras y a las letras caligráficas a las que se llega al final de Elfo. Posteriormente, introduciremos el código, primero el silábico-vocálico según el Programa y luego el alfabético, pero siempre asegurando un trazo controlado.
El Trazo está antes que el Garabato
Este entendimiento sobre el trazo y el logro de su control, previo a la promoción de la escritura con garabatos, se convierte en un Principio Práctico fundamental del Programa: el trazo precede al garabato. El trazo es el punto culminante del proceso de aquietamiento y refinamiento motriz del niño y una condición necesaria para iniciar la escritura con calidad gráfica desde los garabatos en adelante.
